La logopedia.
Algunos o casi todos tenemos la dificultad para hablar correctamente, somos quizás más lentos de lo habitual y cuando queremos apurarnos nos volvemos más torpes, en una conversación queremos dar nuestra opinión simplemente participar. Yo siento que quedo a destiempo, entonces necesitamos de alguien que nos ayude...¿Pero quien?
Vale tener en cuenta que la denominación de esta especialidad ha variado a lo largo del tiempo y en diferentes regiones.
La logopedia es el término más comúnmente utilizado o también se le conoce como fonoaudiología, se ocupan de la evaluación, diagnóstico y tratamiento de los trastornos de la comunicación humana, incluyendo la voz, el habla, el lenguaje, la audición y la deglución.
Antes que nada se realizan evaluaciones exhaustivas para identificar los problemas de comunicación y determinar así su gravedad, posteriormente se establece un diagnóstico preciso de los trastornos de la comunicación y se procede al diseño e implementación de planes de tratamiento individualizados para mejorar las habilidades comunicativas, finalmente se realizan acciones preventivas para evitar futuros problemas.
Tanto los logopedas como los fonoaudiólogos son profesionales de la salud altamente cualificados que se dedican a ayudar a las personas con dificultades en la comunicación.
Con un poco de paciencia y de práctica lograremos una mejora, pero nunca está de más instruír a nuestro entorno para que tomen en consideración nuestra dificultad.
Te cuento una anécdota ya que mi blog se basa en experiencias personales: yo soy la creadora de Lorena Farace Creative Studio, son soluciones digitales para la transformación educativa, después de mucho perseverar me abrí camino hasta llegar a una instancia donde debía realizar una presentación de no más de 2 minutos para dar a conocer mi propuesta educativa, luego de eso venían todas las preguntas, ésto se llevaba a cabo, y lo siguen haciendo, delante de un jurado. Yo había practicado por horas, y en todo el grupo éramos prácticamente unas 50 personas. Avisé a los organizadores sobre mi dificultad, poco les importó, cuando fue mi turno comenzaron a apurarme porque según ellos iba demasiado lento y luego me bombardearon con preguntas. No puedo explicar en ese instante, el terrible dolor de cabeza mi mente quedó en blanco, no pude emitir palabra. Salí llorando, presenté una queja y volví a intentarlo al año siguiente. ¡qué ilusa fui al pensar que tendrían un poco más de consideración! esta segunda entrevista fue brutal, peor que la primera.
La ataxia añade una capa extra de ansiedad. Cómo puedo hablar sin tropezar con las palabras? No me disculparé por mi lentitud, serán los demás quienes se adapten a mi ritmo.
Te ha pasado lo mismo? Te comparto algunas estrategias:
- hablar despacio y con pausas deliberadas.
- articular las palabras con mayor conciencia.
- Planificar mentalmente lo que quieres decir antes de hablar.
- repetir palabras o frases cuando no se entiendan a la primera.
- emplear palabras que sean fáciles de pronunciar.
- utilizar el lenguaje corporal como complemento.
- otra opción es valerse de imágenes.
- Usar un papel o dispositivo a fin de leer el texto
- usar aplicaciones de texto a voz.
Esta última opción se intentaría cuando él habla se hace más difícil por la disartria.
Mi consejo? Trabaja con un logopeda pues te ayudará a mejorar tu comunicación y a ganar confianza.
La ataxia es una enfermedad progresiva, las dificultades pueden variar, a través de este medio aportamos estrategias e ideas aunque no son soluciones definitivas.
Espero, de corazón que nunca pases por una situación similar.
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