La adaptabilidad.
Me encuentro en una constante búsqueda de nuevas formas de transitar un terreno en continuo cambio y las lecciones aprendidas han sido tan profundas como inesperadas.
Inicialmente, la resistencia era mi reacción natural pero la primera gran lección fue las aceptación y se transformó en la clave para seguir adelante y no intentar luchar contra la enfermedad.
Esta adaptación se viene manifestando en innumerables formas, cada nueva estrategia desarrollada representa una victoria, el testimonio de una increíble capacidad para encontrar soluciones creativas frente a los desafíos. A veces los planes deben modificarse y la flexibilidad mental y emocional es la que hace que todo fluya.
Con el tiempo aprendí que la verdadera fortaleza reside en reconocer mis límites, respetar mis necesidades y adaptar mis actividades, a conservar mi energía y evitar el agotamiento innecesario.
Pedir ayuda o aceptar la asistencia de otros no es un signo de debilidad sino una forma inteligente de adaptarse a las circunstancias y esto es primordial en este viaje. Mi condición es progresiva y los desafíos evolucionan y es así como aprendí el verdadero significado de la fortaleza, la cual no consiste en la ausencia de desafíos, sino en la capacidad de adaptarse y seguir adelante a pesar de ellos.
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