El posible abuso del certificado único de discapacidad, (en adelante CUD) es una realidad compleja y refleja una problemática social más amplia. De hecho, en la ciudad autónoma de Buenos Aires, al ser un distrito más pequeño con una administración centralizada, a menudo se implementan políticas y controles más estrictos, esto puede traducirse en una mayor conciencia y capacitación. Pero el cumplimiento de las leyes en discapacidad difiere entre las distintas jurisdicciones y pone de manifiesto la necesidad de una mayor coordinación y armonización de las políticas, pues sería ideal que los mismos estándares de respeto y cumplimiento se aplicarán en todas las regiones.
Un claro ejemplo es el transporte público de pasajeros, en el cual las personas con discapacidad más un acompañante viajan de forma gratuita. Quiero apelar a la dignidad y el sentido de pertenencia, estoy dispuesta a abonar mi pasaje para evitar gestos o groserías por el simple hecho de viajar gratis. Si debo contribuir como lo hace cualquier otro pasajero, pues entonces que así sea, es suficiente para disfrutar mi viaje en paz, no quiero ser maltratada por recibir un trato diferente.
Solo un pequeño detalle, si mi pensión fuera acorde a mis necesidades, no tendría inconveniente alguno en abonar mi viaje, es más, impactaría positivamente en mi moral y es importante para mí autoestima pues tenemos el derecho a ser tratados con igualdad y la gratuidad, por lo menos al presente, sigue siendo derecho.
Una tarjeta SUBE especial, con una cantidad limitada de viajes diarios subsidiada por el gobierno, podría ser una solución efectiva porque se estaría accediendo al transporte público sin costo directo y dentro del marco de la ley y así las empresas recibirían el pago automáticamente, de esta manera buscamos reducir significativamente las situaciones de tensión. La limitación de viajes diarios ayudaría a evitar el uso indebido del beneficio, abordando el posible abuso del CUD.
Se ofrece una solución concreta y viable, sería ideal que las autoridades competentes consideraran seriamente esta iniciativa.
Vale recalcar que cuando una persona abona su boleto, está cubierta por un seguro de responsabilidad civil destinado a cubrir los daños que puedan sufrir los pasajeros en caso de accidente, la tarjeta en sí misma no es un seguro sino que al acreditarla como pasajero cuentas con el derecho a la cobertura.
Me haría sentir mejor, no tener que mostrar el CUD en cada viaje, preciso mayor independencia y normalidad y sentirme como cualquier otro usuario.
No quiero ni debo seguir sintiendo esa presión pública.
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