Amigo/a. si estás leyendo esto es probable que la ataxia haya irrumpido en tu vida o en la de alguien que amas. Sé lo que sientes, esa sensación de que el suelo se mueve bajo tus pies, la incertidumbre, la bronca, la tristeza, la impotencia, es un trago amargo, una realidad que nadie espera.
Pero déjame decirte algo: el diagnóstico no te define, es una parte de ti pero no el capítulo final.
Podemos y debemos enfocarnos en algo mucho más poderoso, intentar mantener nuestra calidad de vida, aferrarnos a la dignidad, cultivar el optimismo y nutrir esa llama de esperanza.
Cuando hablo de aceptación, no me refiero a cruzarnos de brazos y dejar que la vida pase, ¡para nada! Hablo de una aceptación activa, proactiva, reconocer la realidad, mirarla de frente.
Seguramente cuando recibiste tu diagnóstico te pusiste a buscar información esto es inevitable, hazlo, pero con cautela, de fuentes fiables, lo ideal es buscar a un profesional. Saber qué esperar puede darnos una hoja de ruta, pero por favor, evita la sobredosis de información que solo alimenta el miedo.
Permítete sentir, llora, grita, enfádate, es humano y necesario, lo importante es no quedarte atrapado/a como yo. Habla con alguien de confianza, escribe, desahógate de forma sana y luego enfócate en lo que sí puedes controlar, ahí tienes el poder.
Por eso: sé el capitán de tu barco, participa activamente en cada decisión, pregunta, infórmate y da tu opinión porque al fin y al cabo eres quien mejor te conoces. Un bastón, un andador o una silla de ruedas son ayudas técnicas, tus aliadas, no necesariamente representan una derrota. Busca la manera adaptada de continuar con tus rutinas, hobbies, lo que te apasione.
Los cambios físicos no disminuyen tu valor como persona, tu inteligencia, tu bondad, tu sentido del humor, tu capacidad de amar, de conectar, de sentir, de pensar... Todo eso permanece intacto y es lo que realmente te define.
La clave es una mentalidad proactiva, no se trata de negar la realidad de la enfermedad sino de elegir como la enfrentas y darte el permiso de construirla a tu manera.
Entonces... Libérate de la negación y reconoce al fin tu realidad de lo contrario llevarás contigo una carga y no podrás seguir adelante. Esta condición es parte de nosotros, no existe una cura milagrosa así que deja de lamentarte y comienza a vivir, no la veas como un obstáculo.
Deseo que encuentres la paz y que la uses como tu motor para seguir adelante.

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